lunes, 16 de febrero de 2009

LOS TRAMPOSOS HACEN TRAMPAS AL SOLITARIO

En estos momentos de agudización de la crisis financiera, uno no deja de observar perplejo, la capacidad que tienen los regímenes capitalistas, para generar discursos y supuestas nuevas ideas, para mantener las bases fundamentales de su existencia, la acumulación de la riqueza en manos de los capitalistas, la propiedad privada de los medios de producción, el robo de la plusvalía, el estado al servicio del capital.
Si tenemos en cuenta estos principios, no es complicado entender la cantidad de mensajes e ideas, que desde el seno del régimen se lanzan, en busca de profundizar en la destrucción de cualquier resquicio de derechos, que las clases populares y los trabajadores puedan tener todavía, como elementos básicos de su defensa ante la rapiña capitalista.
Si nos damos cuenta los medios de comunicación de los regimenes capitalistas nos plantean una situación nueva y unas soluciones que parecen novedosas, pero no lo son, estas crisis ya se produjeron en otras épocas.
La intervención del estado en la solución del problema financiero de las corporaciones capitalistas, no es más que la mera demostración de a quien sirve. Uno tiene la sensación, de que esta situación va a provocar una vuelta de tuerca más, en la apropiación de los Estados, en la vuelta a lo que los fundadores del capitalista les tenían reservado.
No debemos olvidar, que durante años la socialdemocracia, se ha encargado de vender la moto, en pro del capitalismo, de que el estado es un ente neutro que puede defender al pueblo del capitalismo, esta situación de asalto al estado, no es mas que la mera continuación de la recuperación de los capitalistas de un espacio que en los últimos años llevan atacando en su proceso de construcción a su mera imagen como elemento subordinado a los intereses del capital.
Los procesos que se nos están anunciando, pillan a una izquierda oficial, que ha abandonado todo resquicio, no ya de socialismo, si no de mera socialdemocracia, sin discurso, descubriendo que los que les marcaban las pautas, puro neocapitalismo, les estaban mintiendo, su verdadero objetivo es el enriquecimiento, sea como sea, con Estado o sin Estado. Son como el mal jugador que cuando hace solitarios se hace trampas así mismo, para poder acabarlo.
Ya lo sabíamos, las formulas que ya sobrevuelan para, darles pasta, para que se reduzcan poco sus márgenes de beneficio, bajadas de los salarios, de los costes en la seguridad social, recortamos gastos sociales, recorte de derechos, etc.
Ya pasó en el 29, Roosevelt planteo medidas de intervención para salvar el sistema, en eso consistían las medidas keynesianas, lo único que como la izquierda oficial creía en un proyecto, esto provoco que también se tomaran medidas de intervención social, el New Deal. Ahora esto es difícil que ocurra, intervendrá el Estado en salvar a sus amos, la aparición de medidas social-demócratas no se harán por cuanto la izquierda oficial no tiene ningún proyecto a favor de la clase obrera, de las clases populares, pues su planteamiento durante estos últimos 30 años ha sido el gestionar el Estado, ahora ya no tendrán nada que gestionar y por supuesto ninguna credibilidad en su seguimiento al discurso oficial.
Ahora más que nunca se hace necesario un programa de mínimos en una alianza clara entre los sectores anticapitalistas y revolucionarios, nosotros en Izquierda Anticapitalista planteamos en las pasadas elecciones generales la necesidad de una serie de puntos básicos que nos pueden servir como inicio del debate y del proyecto:
Por el acceso a un trabajo digno, estable y con derechos. Los trabajadores debemos pasar a la ofensiva.
Todo sube, salvo los salarios… ¿Contención salarial o contención de los beneficios empresariales?
¡Que paguen los ricos! Reforma fiscal y reparto de la riqueza.
En defensa de los servicios públicos. Por los bienes comunes y contra la privatización
¿Qué pasa? ¿Qué pasa?... ¡Que no tenemos casa!
“dios, patria y familia”… detengamos la ofensiva reaccionaria y represiva. Defendamos las libertades democráticas.
“De aquí o de fuera, la misma clase obrera”: por la regularización de todas las personas sin papeles… contra el racismo y el fascismo.
Nuestras vidas y el planeta valen más que sus beneficios, atajemos la crisis ecológica.

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